Relacionar con el archivo sobre Análisis de Medios Digitales del día 11 de noviembre de 2012: http://latecnologiavirtual.blogspot.com.ar/search?updated-min=2012-01-01T00:00:00-08:00&updated-max=2013-01-01T00:00:00-08:00&max-results=36
SOCIAL MEDIA
Pistas para descubrir quién es quién en el universo Twitter
Guía para quienes quieren promocionar a su empresa en la red social de los 140 caracteres.
- PorDarío Laufer (especial para clarín)
Cuando llegan los reportes sobre Twitter a
manos del CEO, generalmente va directo a los números: cuál fue la
cantidad de menciones, retuits y nuevos seguidores obtenidos por una
marca. A lo sumo, pedirá una comparativa respecto al período anterior
–ya sea un mes o un trimestre– y tras leer las conclusiones, es probable
que su empresa siga funcionando como si la red social no hubiera
cambiado en nada la imagen de su compañía frente al público.
Error.
Además
de analizar los números, hay que saber cómo se comportan los usuarios
en Twitter. Para eso, puede leer un informe de doscientas páginas que
muestran los principales insights globales traducidos por las consultoras de turno, o aprenderse de memoria esta taxonomía elaborada con la ayuda de los social media managers .
Juntafollowers :
lo más importante en su vida es contar y contarles a todos la cantidad
de seguidores que tienen. Pueden ser brillantes o bizarros, influyentes
o tomados para el cachetazo. Zanjan cualquier disputa en base al número
de seguidores que tienen. “Desesperado por pertenecer a algo, cree que
el hecho de que te sigan en una red social es un medidor confiable de
popularidad –como si la popularidad fuera un gran valor entre los
adictos a Internet–. Como dice el dicho, calidad no es cantidad, seguir
no es leer y followers no es influencia, aunque vivimos en la dictadura del número”, resume Giselle Pablovsky, Social Media manager en Havas Digital.
Una variante de este grupo son los que hacen Follow/Unfollow . Si me seguís, te sigo. Si me dejás de seguir, dejo de seguirte.
Discutidores:
les encanta armar polémica alrededor de cualquier tema, especialmente
la política, aunque no es excluyente. Cualquier excusa es buena para
señalar con el dedo lo mal que llevan a cabo sus estrategias las marcas y
actúan como si tuvieran la sapiencia de Doctor House. “Me encanta
Twitter porque somos como un tipo que para no perder nunca, cuando no se
le para, le dice a la mina: A vos tampoco se te para”, tuitea @JuanFaerman.
Existe una subtipología denominada Discutidor/ Juntafollowers que utiliza su número de seguidores como forma de mostrar que tienen razón.
Quejosos:
no hay nada que les venga bien. Usan la red social para llorar y se
quejan de todo. El clima, el trabajo, la facultad, los colegas, los
socios, los amigos, los enemigos, la vida. Nadie se salva cuando el
quejoso arranca, especialmente las marcas. Sin embargo, hay una variante
que apela al ingenio para llevar a cabo su cometido, y es ahí cuando la
cosa cambia: “banco a los quejosos si son graciosos”, resume Pablovsky,
a quien le gusta buscar perfiles creativos y con pocos usuarios para
hacer más ameno su timeline .
Marqueros: son
ciudadanos del mundo económico y se relacionan con los demás en función
de sus preferencias con las marcas. Son capaces de aprender cómo es el
proceso de producción del último gadget tecnológico, las cualidades de la nueva tela de una zapatilla y defienden a las marcas como si fueran su community manager
(CM). Para los profesionales del rubro, son una delicia ya que
defenderán a la marca de sus amores a capa y espada generando ese
maravilloso efecto llamado comunidad autorregulada, en la cual los
miembros y fans son los que responden a los ataques de quejosos y
discutidores.
CeroTuits: en la red de las palabras, muchos
tienen una cuenta para leer lo que se dice pero no emiten un solo
carácter. Sólo los sigue su madre, novia o amigos, y son reconocibles
porque no tuvieron la delicadeza de reemplazar el huevito que ofrece
Twitter por una imagen propia.
Famosos: tuitean sus
nimiedades diarias y los más jóvenes dan muestras de amor y afecto
desmedidas, como si estuvieran participando de un reality y el
otro hubiera sido nominado. “Los famosos son geniales. ¿A quién no le
interesa saber qué desayuna Luisana Lopilato? ¡Vamos!”, se pregunta y
responde Geraldine Szpaizer, ejecutiva de Cuentas Senior Digital en
Edelman Buenos Aires.
Influyentes&Masivos: una de las
cosas más interesantes que tiene Twitter es que la comunidad de
seguidores y amigos puede aportar conocimiento e información a cualquier
tema. Muchos lo saben, pero estos tuiteros ofrecen ego al por mayor y
se jactan de tener miles de followers , aunque ellos solo siguen a Obama y a dos o tres más. “Me gusta ser una hipster de tuiteros ocultos y encontrar talento entre los PocosFollowers
, aunque parece que inteligencia y éxito a veces fueran mutuamente
excluyentes. Todo esto suele concluir, por desgracia, en espectáculos de
stand up , novelas o libros de tuits”, avisa Pablovsky.
Wannabe Stars: estas chicas ven a Twitter como un Bailando por un sueño, pero al alcance de la mano. Muchas chicas jóvenes que quieren ser starlets
tuiteras se sacan fotos provocativas, buscan ser famosas y que las
inviten a eventos. “Son como una primita para el CM. El único miedo que
nos provoca es que por un viento la boquita les quede torcida para
siempre y no puedan cambiar la foto de perfil nunca más. Son inofensivas
y aman cualquier publicación con pasión”, cuenta Szpaizer.
Cazapremios:
viven buscando concursos para participar y apelan a todo tipo de
triquiñuelas para conseguirlo. Por ejemplo, crear múltiples perfiles en
las redes sociales para votarse e inclinar la balanza a su favor.
Banneados
de por vida por los CM, son los que buscan vivir del aire tuitero
haciendo clic a cuanto concurso se les presente. Son la pesadilla de los
reportes sobre Twitter ya que no aportan nada a la comunidad e
invierten horas y horas para ganar un televisor de 42 pulgadas.
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