jueves, 1 de agosto de 2013

La BBC destaca que el cepo cambiario lleva a que cada vez más argentinos quieran "ahorrar" en bitcoin 
31-07-2013 Argentina es uno de los países que más "dinero virtual" adquirió en los últimos meses. Algunos ofrecen terrenos a cambio de esta moneda. El país pasó a acaparar del 1% al 3% de todas las descargas globales. Crece el número de grupos y de miembros en las redes sociales 
Hace unos años, muchos habrían fruncido el ceño consternados al toparse con anuncios mencionado pagos con algo llamado Bitcoin, pero esta moneda digital es algo cada vez menos extraño entre los argentinos.

Temerosos de un peso muy volátil e incapaces de adquirir fácilmente moneda extranjera por las restricciones de cambio impuestas por el Gobierno, los argentinos invierten en autos, en departamentos, en euros, dólares "blue" (adquiridos en el mercado negro), y tal como señalan las últimas estadísticas, cada vez más en Bitcoins.

Aumento de descargas
 
Según el Genesis Block, una página que investiga el comportamiento de las monedas digitales, Argentina es una de las naciones que más Bitcoins adquirió en los últimos meses.

La página destaca que entre el mes de junio y julio, el país duplicó su flujo de obtención de Bitcoins, pasando de acaparar el 1% de las descargas globales de esta moneda virtual a un total del 3%.

De hecho, fue el único país donde en el mes de julio las descargas aumentaron, ya que en el resto del mundo decayeron.

Otro dato que destaca el sitio web es que Bitcoin Argentina, un grupo dedicado a promover e informar sobre esta criptomoneda, pasó de tener ocho miembros en octubre de 2012 a unos 405 en la actualidad.

Además, existen ya unos siete grupos de Facebook sobre el tema en el país, uno de los cuales ya cuenta con más de 1.000 miembros.

¿Pero qué es el Bitcoin?
 
El Bitcoin es una moneda digital que no está controlada por ningún banco ni estado y cuyo valor fluctúa según la ley de la oferta y la demanda que actúa en el ciberespacio.
Este "stock" depende de los "mineros" o "minas", que consisten en potentes procesadores informáticos dedicados a resolver complejos algoritmos matemáticos generando Bitcoins.
A cambio de su trabajo los dueños de los equipos -o "mineros"- reciben una determinada cantidad de este oro virtual.
Los cálculos a su vez son el "motor" del sistema, para realizar unas transacciones que son completamente anónimas y gratuitas entre cuentas, sea cual sea el monto.

Luego, pueden usarse para realizar pagos de algunos servicios en Internet o cambiarse por moneda corriente en casas de cambio.

Inmune a la inflación, no a la especulación
 
Este sistema permite una emisión estable de Bitcoins, que hoy se sitúa en torno a los 11.425.900 de unidades disponibles, convirtiéndose así en una moneda teóricamente inmune a la inflación, pero no exenta de riesgos.

Muchos economistas recelan del hecho de que se trata de una moneda enormemente fluctuante, que pasó de valer unos pocos céntimos en 2011 a u$s266 en abril de 2013, para luego decaer a los cerca de u$s90 en julio.

Pero a la mujer consultada por BBC Mundo sobre el anuncio del monoambiente en Bariloche, no pareció importarle este último detalle. Es más, aseguró estar vendiendo también un "terrenito" en San Clemente del Tuyú a cambio de Bitcoins, y dijo estar en vías de montar su propia mina con otros interesados.

"Acá como no se pueden comprar dólares como modo de ahorro es mejor el Bitcoin, este año ha crecido mucho el interés", afirmó desde el otro lado de la línea esta mujer que prefiere mantener el anonimato.

"Me enteré por RT, la página de noticias rusa", contó, "y ahora estamos montando una empresa de generación de Bitcoins en Argentina. La idea es fabricar los equipos importando los Asic (chips usados en la minería de Bitcoins fabricados mayormente en China) y ya tenemos gente interesada".

El argentino y el Bitcoin
 
"Lo que tiene Argentina es que la gente está acostumbrada a trabajar con distintas monedas porque durante muchos años se ha usado el dólar como alternativa de atesoramiento y se incorporan los avances tecnológicos bastante rápido", aseguró, por su parte, Diego Gutiérrez, emprendedor y fundador del grupo Bitcoin Argentina.

La ventaja, argumentó, "es que se pueda encontrar un lugar donde depositar un valor y no se pueda manipular, ya sea devaluándolo o confiscando fondos".
"Venimos viendo muchos ejemplos de que el sistema financiero actúa en contra de los intereses de la gente; tenemos la incautación de fondos en Chipre, lo que pasó en 2001 en Argentina, lo que pasó en 2008 a nivel mundial", indicó Gutiérrez.

Y afirmó que "hay muchas señales de que el mundo financiero no está siendo responsable con la confianza que la gente delega y esto se está convirtiendo en un medio en que las personas puedan sentirse seguras".

Dinero negro
 
Los más críticos del Bitcoin, además de su alta fluctuación, advierten que su anonimidad lo hace muy atractivo para negocios ilícitos y lavado de dinero.

Por otra parte, a pesar de su creciente popularidad entre los argentinos, cabe destacar que éste es todavía un medio de pago minoritario a la hora de salvaguardar ahorros en el país, si se lo compara con otras monedas tradicionales.

"La realidad es que los que quieren saltarse las restricciones cambiarias van a a ir por el dólar o los euros. La gente que entra en el Bitcoin lo hace porque cree que se va a apreciar contra el dólar, consideran que es una moneda más fuerte que el dólar, no que el peso", aclaró Gutiérrez.

"Pero más allá de todo, lo que es revolucionario de todo esto", finalizó, "es que, hasta ahora, tenías que pasar por un sistema de tarjetas de crédito, un sistema bancario... Esto es un intercambio de dinero entre pares globalmente".

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